El “bullying”, vocablo que es en realidad un anglicismo y no forma parte del diccionario de la Real Academia Español), proviene del verbo en inglés to Bully. Según Marie-France Hirigoyen: significa en palabras simples: “ofender brutalmente, maltratar”; para esta autora, una persona bully “es brutal, tiránica y se ceba con los más débiles”. Se lo utiliza para describir humillaciones, vejaciones, acoso o amenazas generalmente contra un niño o un adolescente.
Se trata de una problemática que causa en quien lo sufre una serie de dificultades que van desde el daño físico hasta el perjuicio a la salud psíquica y puede dejar huellas indelebles en el psiquismo. Si bien ocurre en la niñez, lo más frecuente es observarlo en las poblaciones que van desde los 12 a los 16 años, quienes son los más vulnerables.
No hay actos pequeños o grandes de Bullying, simplemente hay hechos de humillación, de vejación. Unas palabras, apenas inocentes, pero sistemáticas, producen una consecuencia, un efecto en un otro, que puede ser devastador. Una suerte de flagelo que genera un sufrir que incluso, ha terminado con la vida de muchos niños o adolescentes.
Creemos, no obstante, que el problema que materializa y visibiliza el Bullying, comienza mucho antes. Los niños y adolescentes no nacen discriminadores. Se los hace discriminadores. Viven nuestros chicos en una sociedad que excluye. Sanciona y subraya lo diferente. Desde palabras y actos, se van edificando nociones vacuas, plenas de prejuicios, rayanas lo absurdo. Es en los primeros pasos de nuestra vida en que aprendemos a mirar e introyectar el mundo. Cada actor social tiene una historia, una biografía, un por qué.
Desde APSIM creemos que debemos reflexionar profundamente en las actitudes que día a día transmitimos, pregonamos e instalamos en nuestros niños. El modo en que nos miran y aprenden su forma de estar-en-el-mundo, está ligada a lo que a ellos transferimos.
Es importante fundar una nueva adultez. Promover el respeto a la diversidad. En lo más sutil y cotidiano, incluso en los comentarios que casi al pasar formulamos. Somos bañados en palabras desde que comenzamos la existencia. Que esas palabras sean de amor y dignidad; palabras-colores con fuerza vital, para un mundo mejor.
Como Asociación, estamos esperamos que espacios como este crezcan paulatinamente, para poder lograr llegar a la mayor cantidad de población posible.
Comisión Directiva APSIM
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