Es de público conocimiento que, desde finales del 2.023, las Asociaciones Médicas de Mendoza (AMM), en conjunto con el Circulo Medico de Mendoza (CMM) y la Confederación Medica de la República Argentina (COMRA), estamos trabajando en pos de recomponer los honorarios de la consulta médica. Durante años hemos sido presos de un sistema de prepagas que condujo a una fuerte caída del honorario profesional y atrasos insostenibles en sus pagos.
Luego de la medida realizada el 1 de septiembre del 2.023 se trabajó en conjunto con la gran mayoría de los Centro Médicos, con el propósito de paliar las condiciones laborales injustas en la que nos encontramos sometidos. El cobro del coseguro permitió lograr una mejora parcial del valor de la consulta. Hasta el momento, nunca se logró la apertura del diálogo con las empresas de medicina privadas, ni tuvimos respuesta alguna a estos reclamos que toda la sociedad legitimó con su acompañamiento. Actualmente algunas prepagas están debitando a los Centros Médicos las consultas que se cobraron con coseguro y comenzaron los mensajes intimidatorios a muchos prestadores directos que serían desvinculados de la prepaga de no acatar lo que ellos imponen. Paralelamente estos financiadores de salud siguen aumentado las cuotas a los afiliados de manera exponencial, pero sin traslado de estos aumentos a los honorarios médicos. A modo de ejemplo, durante el mes de enero y febrero las prepagas aumentaron en promedio un 75% el valor de sus cuotas pero trasladaron a los honorarios profesionales menos de la mitad de ese incremento, que los profesionales vamos a cobrar recién a partir de abril-mayo. El propósito de estos párrafos es informar a nuestros pacientes la delicada situación que seguimos afrontando día a día, sin dejar de lado que continuamos dispuestos a encontrar la mejor solución a este conflicto. También aclarar que de continuar los débitos y las comunicaciones amenazantes nos veríamos en la necesidad de desconocer nuevamente a las órdenes de las prepagas como formas de pago. Esperamos que los financiadores escuchen nuestro reclamo y entiendan que la solución pasa por el dialogo de las partes que estamos involucradas en la atención de la salud privada de nuestra provincia.